Poco a poco fuimos haciéndonos fans del artista, pero, claro, un single es un single; nunca sabes si el LP será tan magnífico o, simplemente, había dado con la tecla en una canción.
No nos quisimos hacer esperanzas, que pudieran convertirse en desilusión.
¡A la mierda todo! Nos hicimos muchísimas ilusiones y fueron recompensadas. Trouble es, para nosotros, uno de los discos del año.
El álbum desprende elegancia eléctrica y baile en cada tema, no llega a ser demasiado revolucionado (aunque tiene temas y temas), pero tampoco te permite quedarte quieto, pese a que su voz pueda parecer tranquila y relajante. Ha realizado una mezcla perfecta entre el house, el electro puro y algo de pop.
Como temas destacados nos gustaría hablar de Promises, que empieza tranquila y se convierte en una especie de melodía tropical y pop, un tanto realentizada. Como en todas sus canciones mantiene una voz perfecta, dulce y entonada. Lineal, pero no aburrida, hay momentos en los que podría ser, perfectamente, una canción de Friendly Fires.
Your Love es una canción de los noventa, de pistas de baile, que se ha colado en nuestro tiempo. Muy potente y bailable al máximo, con toque muy de música negra (¡no la que hace Marilyn Manson, lo decimos por la segunda voz!).
De los tres temas principales (Trouble, Tapes and Money y garden) nos quedamos con Tapes and Money (pese a que nos encante los otros dos), por ese toque emocional de los teclados frente a la voz de Orlando, mucho más emotiva aún. Es, sin lugar a dudas, una melodía atrayente, que, cuando parece que va a romper no rompe y, al terminarla, te das cuenta que no lo necesitaba, que ya tenía la potencia sin necesidad de un golpe. Recomendable, preciosa y adictiva.
Y, finalmente, como mejor canción del disco, aunque nos ha resultado difícil, hay que destacar Houseghold Goods, que sí, que esta sí que rompe, que te llena de sensaciones y de ganas de bailar. Un tema indescriptible.
Nos reiteramos. Uno de los mejores del 2012. Chicks in the Basement.
 |
| Orlando Higginbottom: aunque parece flojito... ¡No lo es! |
